¿A quién no le gusta una buena historia junto al fuego? En Rumpelstinski nos encantan. Nos provocan sentimientos, estimulan nuestra imaginación y nos hacen sentir conectados.Cuando usamos el storytelling en nuestro negocio esto es exactamente lo que queremos provocar en nuestros prospectos o clientes; una sintonía o conexión emocional entre ellos y nuestra empresa, un sentimiento de pertenencia y una identificación entre nuestros valores y los del cliente.
Pero, ¿Cómo se hace? En realidad consiste en ir más allá de contemplar los elementos de tu marketing de contenidos (página web, social media, blog) como piezas separadas y contar a tu audiencia de una forma constante y homogénea los valores y principios que mueven a tu empresa.
Como creadores de contenido buscamos constantemente la atención de nuestros prospectos y clientes, lo que no siempre es fácil en un mercado muy competitivo y saturado de contenidos interesantes. Para asegurarte de que te escuchan necesitas ser genuino y contar una historia que estimule el interés de tu audiencia. Se trata de crear una conexión con aquellas personas que pueden beneficiarse de tus productos y servicios e involucrarlas emocionalmente con tu marca.
Recuerda que la manera en la que te percibe el cliente le va a ayudar a tomar la decisión de elegir sobre tus productos o servicios o los de otras empresas de la competencia. Debes diferenciarte del resto y ayudarle a tomar esa decisión a través del storytelling.
Para aplicar el Storytelling a tu estrategia de contenidos debes tener en cuenta sus tres elementos esenciales: personajes, conflicto y resolución. Vayamos uno por uno:
No hay historia sin personajes. Cualquier historia gira al menos alrededor de un personaje principal. En el marketing de contenidos los personajes son tu audiencia, es decir, tus buyer personas.
Piensa por un momento en algún contenido que recuerdes. Un blog, un vídeo ¿por qué lo recuerdas? Probablemente te resulte memorable porque te identificaste con él y te ayudó a solucionar un problema, una duda o una necesidad. En este caso tú fuiste el protagonista de esa historia.
Si tus clientes potenciales pueden encontrar las respuestas a sus preguntas o a sus necesidades en tu relato y verse a sí mismos como los protagonistas de tu historia es más probable que compren los bienes y servicios que ofreces.
Para definir correctamente a tu audiencia debes centrarte en tus buyer personas. Crear estos personajes semificticios y entender sus necesidades y problemas te ayudará a conectar con tu audiencia de un modo más profundo.
El conflicto es la parte central de tu historia y debe apelar a las necesidades o problemas de tu buyer persona de una manera clara y directa. Debes definir exactamente los conflictos o problemas con los que se enfrenta tu buyer persona en cada una de las fases del buyer journey para crear las historias adecuadas.
Siempre que hay un conflicto necesitamos una resolución. ¿Cómo termina la historia? ¿Qué le pasa a tu personaje? A través de la resolución podrás ayudar a tu buyer persona a solucionar sus problemas.
Tu resolución debe incluir una llamada a la acción. Tu propósito es que tu audiencia actúe, (por ejemplo, que visite tu web, se suscriba a tu newsletter o descargue una de tus ofertas). En función del momento del buyer journey en el que se encuentre tu audiencia podrás proponer diferentes llamadas a la acción o CTA.