Para poder hablar de las fichas de producto de un e-commerce vamos a hacer un pequeño ejercicio antes de meternos en materia. Cuando haces una compra online, ¿en qué te fijas en la ficha de producto? ¿Has dejado de comprar algo porque no encontrabas suficiente información en la descripción del producto o porque la imagen no era buena? ¿Buscas reseñas de otros usuarios antes de comprar algo online?
Estamos seguros de que has podido responder sin problema a todas estas preguntas y empiezas a entender hacia dónde se dirige esto… Efectivamente, la ficha de producto es decisiva en el proceso de compra y por ello hay que darle toda la importancia que se merece pues, en muchas ocasiones, suele ser la gran olvidada. Ten en cuenta que el objetivo de estas fichas es generar confianza en el cliente para que efectúe la compra.
Pero empecemos por el principio…
Una ficha de producto se trata de la “tarjeta de presentación” de un artículo en un ecommerce. Es toda la información de valor que, como empresa, podemos ofrecer al consumidor que visita nuestra tienda online y que le ayudará a decidirse a finalizar la compra.
Como mínimo, deberá contener el nombre, la descripción del producto, el precio, una imagen y un botón para añadirlo al carrito de la compra. Como decimos, esto sería lo esencial y básico; una ficha de producto completa puede aportarnos mucho más y, además, ser clave para convencer al consumidor para comprar el producto. Si cuidamos su contenido y estética, el cliente encontrará toda la información que necesita de una manera clara y atractiva, por lo que será más fácil que compre nuestro producto. Si, por el contrario, el consumidor no está contento con lo que ve y no le gusta o falta información, no generamos confianza y buscará en otra tienda.
Para poder redactar una ficha de producto completa y útil tenemos que conocer a nuestro público objetivo, a la persona que, idealmente, haría la compra y entender que le estamos ayudando con nuestro producto. Es decir, hay que entender quién es nuestro cliente, su edad, sus deseos, poder adquisitivo, nivel educativo, aspiraciones… Definir muy bien nuestro buyer persona nos ayudará a entender cómo nuestro producto le puede ser útil y podremos adaptar nuestro tono y voz de marca a dicho público.
Teniendo esto claro, a continuación, vamos a hacer una lista con todos los puntos que debe de tener “la ficha de producto perfecta”:
Lo primero que necesita nuestra ficha es un título o H1 donde se explique de manera breve y concisa qué es el producto. Además, debe de poder diferenciarse de otros productos similares que tengamos en nuestro catálogo... Por ejemplo, si vendemos libretas y tenemos diferentes cubiertas tendremos que diferenciar entre “libreta tapa dura con portada de flores” y “libreta tapa dura con portada de gatitos”.
En esta parte te puedes extender todo lo que necesites para hablar de tu producto y explicar sus características. Pero lo vamos a dividir en dos partes: información esencial y descripción complementaria.
Es importante que en el texto sea original y no usar el del fabricante. A parte de que un texto original nos ayudará en SEO (pues Google penaliza los textos duplicados), también nos aportará valor al estar ofreciendo algo diferente al usuario. Usar textos estándar, no aporta ningún tipo de diferenciación con otras web y el usuario puede desconfiar o no encontrarlo atractivo
En cuanto al texto en sí, es importante evitar frases repetitivas y los típicos “somos el producto de mejor calidad del mercado”. Es algo que se da por hecho, ya que nadie va a hablar mal de su propio producto y además, el cliente pasa por alto este tipo de frases ya que no les aporta ninguna utilidad.
Cuando hables de los aspectos técnicos, no solo te centres en ellos, también habla de los beneficios que aporta y sus capacidades. Por ejemplo, si vendes un producto de cosmética y está hecho con ingredientes naturales, no solo digas que tiene un 90% de productos naturales, habla sobre los beneficios de esos productos sobre la piel y cómo van a ayudar al cliente. Incluir estos aspectos te permitirá llegar directamente a las emociones del usuario, creando un vínculo emocional con el producto.
Otro aspecto clave a tener en cuenta es la organización de la información. Es recomendable dividirla por prioridades. Es decir, dividir la información de manera que por un lado hable del producto, por otro de sus características, la parte técnica en otro… Las típicas pestañas de “descripción”, “ingredientes”, etc, pueden ser muy útiles en estos casos para poder priorizar, de entre toda esta información, la que queremos destacar para el usuario.
El usuario necesita ver el producto que va a comprar, por lo que las fotos tienen que ser llamativas y atractivas. Al no ser una tienda física, no podrá verlo o tocarlo, pero si podrá valorar la imágenes. Aquí entra en juego lo emocional, por lo que tienes que mostrar, a través de fotografías, lo interesante y fantástico que es el producto, vende la experiencia y apela a lo aspiracional.
Para lograr esto, puedes presentar tu producto en imágenes que muestren diferentes perspectivas, propiedades únicas y características especiales. Además, trata de enseñar el producto en acción para que los clientes puedan visualizar cómo se ve en uso.. Por ejemplo, si es una prenda de ropa, haz una foto con un modelo para que puedan ver cómo queda.
Queda implícito que la calidad y el tamaño de las imágenes tiene que ser el adecuado: una buena iluminación, la opción de ampliar la imagen, fotos de las texturas… Invertir en una sesión de fotos puede ser clave para que tus imágenes transmitan todo lo que necesitas y dar un pasito más hacia la venta.
El precio debe de estar visible y completo. Tienes que ser específico sobre sí incluye impuestos o no, los gastos de envío o cualquier otro gasto que puede incluir.
En este apartado hay que ser muy transparente. Si piensas como consumidor es fácil entenderlo. Cuando vas a hacer una compra online, si en el momento del pago el precio cambia, es probable que no te guste y te sientas un poco engañado, por lo que las posibilidades de abandonar el carrito en el último momento de la transacción serán muy altas.
No nos puede faltar en ningún momento el botón de comprar o “añadir al carrito/cesta”. Puede ser cualquier CTA (llamada a la acción) que deje claro que haciendo clic en este botón, se podrá comprar el artículo. Además, si el color del botón está dentro de la gama cromática de nuestra marca, mucho mejor, pues estará aportando coherencia visual.
En definitiva, la clave está en que el cliente no pierda el tiempo en encontrar la manera de comprar y pagar el artículo. Tenemos una máxima: el botón de compra siempre bien visible.
Los usuarios suelen fijarse en el tipo de gastos de envío y devoluciones a la hora de comprar entre distintos e-commerce. Deja claro desde el primer momento los diferentes tipos de envío y si hay o no devoluciones. No es necesario tener toda la información en la ficha de producto (a no ser que ese artículo tenga unas condiciones especiales), pero sí es importante dejar, al menos, un enlace a la página en la que quede todo bien explicado.
Si te queda poco stock del producto o está agotado, notifícalo a tu cliente antes de que lo meta en el carrito y descubra que no puede comprarlo. Además, si te queda poco stock y avisas al cliente de que se puede acabar pronto, le estarás generando sensación de urgencia para efectuar la compra.
Una estrategia de venta cruzada (cross selling) puede ayudarte a aumentar tus ventas. Mostrar productos parecidos o que le puedan resultar interesantes al cliente en base a las búsquedas que está haciendo, así como mostrar otros productos complementarios, ayudará a que el cliente se decida al ver otras opciones si no estaba convencido con el primer producto o a comprar más añadiendo productos complementarios.
Ver las opiniones de otros compradores ayudará al cliente con la decisión final de compra. Además, dar la oportunidad a tus compradores de dar su opinión, hará que obtengas un feedback valioso para tu empresa y te ayudará a detectar dónde se puede mejorar.
Por otro lado, si tenemos alguna reseña negativa no tiene porqué ser necesariamente malo. Que exista variedad de opiniones también crea una sensación de veracidad y confianza; por muy bueno que sea tu producto, no tiene porque ser perfecto para todos.
No obstante, acuérdate de contestar y resolver las dudas que puedan aparecer. Es importante estar atento a tus clientes.
Aunque el objetivo de la ficha de producto esté enfocado en el cliente, no podemos olvidar la importancia del SEO y por ello, debemos optimizarla. Con esto conseguiremos facilitar la venta y ganar puestos en el posicionamiento de los buscadores, ganando también más tráfico a nuestro ecommerce.
Tan solo es necesario seguir algunas pautas para poder posicionarnos mejor en Google. Te explicamos a continuación las más importantes:
Recuerda utilizan sinónimos y palabras clave relacionadas, pues la semántica es un punto importante para Google.
Como ves, una ficha de producto completa es algo más complejo de lo que parece, pero no por ello imposible de lograr. Teniendo en cuenta todas las recomendaciones que hemos dado hasta ahora lograrás una ficha de producto muy completa. No obstante, te traemos unos últimos tips para llevarla al siguiente nivel:
Lo sabemos, es mucha información y muchos detalles a tener en cuenta, ¡pero no te preocupes! En la Agencia Rumpelstinski somos expertos en diseño web, ecommerce y SEO. Te podemos ayudar en el punto que necesites para llevar tu negocio online a su máxima expresión. ¡Estamos listos para ponernos manos a la obra!