Si hablamos de herramientas para comunicar información de manera gráfica, tenemos que hablar de las infografías. Se trata de un recurso muy potente para comunicar información sobre cualquier tema y, además, que es capaz de llamar y retener la atención del usuario, pues ayudan a procesar la información de una forma más clara y sencilla.
Existen distintos tipos de infografías y estas nos permiten transmitir información compleja de forma visual, facilitando su comprensión. Pero antes de ver las opciones de las que disponemos y cuando usarlas, tenemos que entender qué es una infografía.
Si resumimos, a grandes rasgos, qué es una infografía, podemos decir que se trata de una pieza gráfica que muestra información. No obstante, es un poco más complejo que eso: es un recurso visual donde se muestra información compleja sobre un tema específico de manera sintetizada a través de elementos gráficos o imágenes. Además, se puede contar cualquier tipo de información: estadísticas, procesos, comparaciones, datos cronológicos…
Uno de los grandes beneficios de este tipo de recursos es que ayuda a retener la información pues, visualizarla de forma gráfica, facilita la comprensión de la misma.
El punto clave a la hora de desarrollar una infografía es ser capaces de sintetizar la información y darle una estructura y organización lógica, para que se entienda de manera gráfica, tenga valor y resulte de utilidad.
A través de una infografía se puede hablar prácticamente de cualquier tema. Podemos clasificar el tipo de infografía según el contenido y el cómo se estructura la información. A continuación, vamos a hablar de algunos de los tipos de infografías que más se utilizan y sus características.
Las infografías informativas son de las más usadas y son perfectas para dar información sobre temas complejos o introducir nuevos conceptos, pues permiten destacar las partes más importantes y facilitan el entendimiento: eventos, noticias, conceptos… Además, son muy útiles si los receptores no tienen conocimientos sobre el tema, pues les facilitará su comprensión.
Por ejemplo, se pueden usar para dar información sobre recomendaciones de seguridad, información esencial sobre un evento, transmitir nueva información en equipos de trabajo, explicar un contenido educativo (se utilizan mucho en cursos online) o de divulgación, etc.
Normalmente, este tipo de infografías se usan para explicar una serie de acontecimientos a lo largo de un periodo de tiempo.
Lo más común es que se presente una línea temporal, donde se destaquen hechos o hitos importantes de forma ordenada. El objetivo es mostrar una trayectoria, una serie de eventos cruciales o hechos que han ido evolucionando a lo largo del tiempo, consiguiendo dar una visión global de las distintas etapas de forma clara.
Por ejemplo, se pueden representar momentos importantes a lo largo de la vida de una empresa o un proyecto, destacar cronológicamente los éxitos de una persona o compañía, las distintas fases por las que una marca/investigación ha pasado hasta llegar al momento presente, etc.
Las infografías comparativas consiguen transmitir las diferencias entre dos ideas, productos o conceptos de una manera muy potente y visual. Sin duda, no hay mejor manera de que el usuario entienda en qué se diferencia un producto de otro que viéndolo, por lo que es un recurso ideal para ayudar al consumidor a decidir entre varias opciones.
En este tipo de diseños es importante dejar claro que es lo que se está comparado y se puede representar de muchas maneras diferentes: mediante una tabla comparativa, imágenes comparando las diferencias, usando datos concretos, mostrando los pro y contras, etc.
Por ejemplo, se pueden comparar tres modelos de móviles mostrando las diferencias entre las distintas características: el precio, la batería, el tipo de cámara…
Si lo que necesitas es transmitir información numérica, las infografías estadísticas o de datos son tus mejores aliadas. El objetivo es representar información estadística compleja de una forma menos densa y facilitar la comprensión de los datos. Las cifras ayudan a dar contexto y entender la magnitud del tema que estemos tratando.
Normalmente se utilizan para mostrar datos obtenidos de algún estudio o investigación, resultados de encuestas o tendencias, así como sus fuentes (esto aportará credibilidad). Para ello, se emplean todo tipo de gráficos o iconos que ejemplifican la información. Asimismo, la información se suele organizar por puntos y de forma ordenada.
Las infografías geográficas o de mapa, como bien su nombre indica, presentan la información usando mapas donde se mostrará la información que queremos transmitir. Su uso puede ser variado, pero destacamos dos funciones principales:
En este caso, el objetivo que se busca es detallar un proceso o metodología mediante un esquema visual que permita entender los pasos a seguir. Para ello, lo más común es usar diagramas o flujos.
Es una buena forma de representar cada una de las fases que integran la actividad que se esté explicando y pueden abarcar multitud de situaciones: explicar una metodología, el paso a paso de una actividad o ejemplificar consecuencias o acciones ante x situación.
Para entender mejor este tipo de infografía vamos a describir algunos ejemplos: podemos usar una infografía de procesos para explicar el paso a paso de una receta, ilustrar las fases a completar para realizar un plan de marketing, las instrucciones para trasplantar una planta o detallar qué acciones hay que llevar a cabo en caso de que ocurra un problema. ¡Se puede utilizar para infinidad de casos!
Ejemplo de las fases del nurturing en el Inbound Marketing
Poner de forma visual y ordenada las distintas tareas o puntos a realizar, facilitará la compresión de la misma y es una buena forma de explicar qué se tiene que hacer ante una situación concreta.
Ordenar la información de mayor a menor es el objetivo principal de este tipo de infografías. Es muy útil para mostrar la información de manera muy específica, por puntos y siguiendo un orden concreto. Es decir, se utiliza para explicar procesos o situaciones en las que los pasos o el orden tienen que seguirse de una manera concreta y no se pueden alterar, pues el orden en el que se realizan es importante.
Como comentamos, este tipo de infografías otorgan un orden de importancia, por lo que también pueden usarse para representar dinámicas o preferencias. Las representaciones más comunes se hacen en formato pirámide, donde según el lugar que ocupe la información tendrá mayor o menor relevancia o en formato de organigrama, donde las primeras posiciones reciben mayor importancia.
Algunos ejemplos típicos son la representación de un organigrama empresarial o la conocida pirámide de Maslow.
Como has podido ver, existen muchos tipos de infografías y opciones. Independientemente del tipo y de la información que se quiera comunicar, todas tienen elementos comunes a tener en cuenta para garantizar que sean útiles y la información le llegue de manera clara al usuario. Estos son algunos de los detalles a tener en cuenta:
A día de hoy, las infografías son un contenido muy llamativo y útil para implementar en redes sociales o páginas webs. Pueden marcar la diferencia en tu estrategia de marketing de contenidos y son una manera perfecta de aportar valor a tus suscriptores. En la Agencia Rumpelstikin podemos ayudarte con tu estrategia de contenidos y trabajar juntos en crear contenidos relevantes para tu audiencia.